Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque Tú
creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
Apocalipsis: 4: 11
La
vida cristiana es una camino en donde a medida que avanzamos encontramos muchas
pruebas que siempre pretenden debilitar nuestro ser… Nadie en esta Vida está
exento de las cosas físicas, sentimentales y demás vicisitudes que puedan
agobiarnos…
En
momentos de pruebas y de luchas en que sentimos que ya no podemos seguir
adelante, que creemos que las pruebas
ahogan nuestra vida, siempre nos encontramos con una mano suave tierna y
cariñosa, que siempre está dispuesta a
darnos todo su apoyo, a consolarnos y
recordarnos que no estamos solos; que El, ese ser supremo que dio su vida por
nosotros en una cruz dando así la muestra de amor más grande que nadie jamás podrá
igualar prometió estar con nosotros todos los días de nuestra vida, que jamás
no dejará ni desamparará…
Por
eso cuando pienso en ese inigualable amor mi corazón rebosa de alegría y todo
mi ser se rinde hacia El en adoración, una adoración que se brinda a Él no solo
por el amor que nos
ha
brindado sino por su misericordia, su bondad, su perdón y su sacrificio que nos
dio la salvación; y en gratitud a todo lo que hemos tenido y lo que somos no
escatimamos esfuerzo alguno y
dejamos
a un lado lo que es tiempo y demás compromisos de esta vida, para rendirle toda nuestra adoración sincera
porque Él siendo el rey y dueño de todo lo que conocemos no escatimo esfuerzo alguno
para demostrar su amor por nosotros y lo hizo allá en la cruz del calvario al
dar su vida por la nuestra.
Por
eso no podemos darle una adoración vacía sin esfuerzo no podemos darle
cualquier clase de adoración… Nuestra adoración hacia Él tiene que salir de lo
más profundo de nuestro ser, sabiendo que no se la estamos ofreciendo a
cualquier persona se la estamos dando a nuestro primer amor a ese que no es
pasajero ese amor que cubre infinidad de faltas, y que siempre está y estará
dispuesto a consolar nuestro corazón que aunque nos advierte de peligros y muchas
veces caemos El siempre está con su mano extendida para apoyarnos y consolarnos…
Por eso mi adoración hacia Él jamás tendrá límites, jamás tendrá una barrera
porque siempre le daré lo mejor a mi salvador.
Hno Jersson Bareño Laguna
Pianista Grupo de Alabanza
IPUC Juan Rey 2013
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